Los padres deben ser cautelosos al momento de enfrentar las peleas entre hermanos ya que, si bien la intervención de un adulto puede volverse necesaria, es importante que permitan en primera instancia que niños y niñas intenten solucionar los conflictos de forma autónoma. Puede ser beneficioso que el adulto que esté presente module de algún modo la conducta de los niños y niñas frente al conflicto, esto quiere decir, indicarles si ese es o no un tono de voz o modo adecuado para referirse a alguien, o si la situación que están enfrentando es realmente un conflicto.
De todos modos, cuando un adulto detecta que los niños no logran ponerse de acuerdo o la agresión física o verbal excede a lo permisible en tanto daña al otro emocional o físicamente, es necesario que intervenga, dando instrucciones claras e imponiendo sanciones que eviten que esa conducta se repita a futuro.
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