La alimentación está estrechamente ligada con la salud, ya que en una variada combinación de alimentos de origen vegetal se pueden encontrar nutrientes esenciales para llevar una vida más saludable.
Cuando nos hemos decidido a crear una huerta orgánica familiar tenemos que tener en cuenta algunos factores de riesgos como las plagas y enfermedades.
La clave es la prevención. La aparición de una plaga o enfermedad se da ante un desiquilibrio natural en nuestra huerta. Una planta sana difícilmente será atacada por una plaga.
Como forma de prevención podemos cultivar plantas aromáticas: menta, albahaca, salvia, romero, orégano cuyos aceites esenciales repelen numerosas plagas.
También, en los bordes de los canteros, podemos plantar caléndulas y copetes, las cuales atraen insectos polinizadores entre ellos los que controlan las plagas de nuestra huerta (insectos predadores).
Otra forma de controlar plagas y mantener un equilibrio en la huerta es tener diversidad de especies.
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